La "Idea Wisconsin" o cómo hacer grande a una universidad pública

• Alex Navarro
• 25 Feb 2013 - 10:00
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En el puesto número 27 del ranking de las mejores universidades del mundo nos encontramos a otra universidad estadounidense, que al igual que la universidad de California-Los Ángeles pertenece a la élite académica de las universidades públicas.

En este caso te presentamos la Universidad de Wisconsin-Madison, una universidad que nada tiene que envidiar a otras entidades privadas, ya que está considerada como una Public Ivy, o una institución pública que ofrece una educación comparable a las de la Ivy League. Madison comparte acceso al lago Michigan con Chicago, que se encuentra a unas 3 horas al sur.

Su fundación en 1848 se debe a una cláusula de la constitución de Wisconsin, que establecía la creación de una entidad académica dentro del sistema educativo de Estados Unidos, que debía ser regida por el gobierno estatal. El primer gobernador de Wisconsin, Nelson Dewy, firmó el acuerdo para su creación y un año después, en 1849, se impartió la primera clase con 17 estudiantes.

Los estudiantes, profesores y personal administrativo pertenecientes a esta universidad están motivados por una tradición conocida como la «Idea Wisconsin», que comenzó por primera vez con el presidente Charles Van Hise en 1904, cuando declaró que “no volverían a estar contentos hasta que los beneficios de la universidad alcanzasen a todos los hogares del estado”. Esta idea impregna el trabajo de la universidad y ayuda a forjar una estrecha relación de trabajo entre profesores y estudiantes universitarios, las industrias del estado y del gobierno. Al igual que otras universidades públicas, en Wisconsin-Madison se produjeron fuertes movimientos activistas por parte de los estudiantes, que condenaban la Guerra de Vietnam entre otras múltiples protestas. En relación a ello, se produjo el bombardeo del Sterling Hall, edificio del campus de Wisconsin-Madison, cometido en 1970 como protesta a las conexiones de investigación de la Universidad con el ejército de EE.UU. durante la guerra de Vietnam. El incidente se saldó con múltiples destrozos materiales, tres heridos y un investigador fallecido.

Incidentes aparte, hoy en día esta universidad se configura como una de las más importantes de Estados Unidos. Sus aproximadamente 42.000 estudiantes estudian en su extenso campus de más de 900 hectáreas, que alberga entre otros, su más importante edificio, el Bascom Hall, terminado en 1859. El 10 de octubre de 1916 un incendio destruyó la cúpula del edificio, que nunca más fue reemplazada. Otro de sus edificios más importantes es el North Hall, que es en realidad el primer edificio en el campus, construido en 1851. Entre otras facilidades, dispone de varias bibliotecas tematizadas, un auditorio (Music Hall) y hasta cuatro museos diferentes dedicados a la geología, la zoología o el arte.

Esta universidad ofrece instrucción en más de 100 campos diferentes, con más de 4.200 cursos en diferentes programas de pregrado, posgrado y doctorado. El aprendizaje tiene lugar en una amplia variedad de escenarios: desde las aulas tradicionales, pasando por oportunidades de investigación universitaria o experiencias de aprendizaje-servicio en la comunidad.

Es destacable el programa internacional que posee esta universidad. El 10% del alumnado pertenece a algún país extranjero, de los 114 que representan sus más de 4.000 alumnos de intercambio. Como es de esperar, se necesita un alto nivel de inglés a la hora de proceder a la solicitud de admisión, y se deben tener en cuenta las tasas, que para un no residente pueden llegar a ser de entre 25.000 y 35.000 dólares por curso, dependiendo de los estudios que se realicen. Aún con ello, Wisconsin-Madison cuenta con un presupuesto aproximado de 346.951.860 de dólares repartidos en diferentes tipos de becas para que los alumnos puedan financiar sus estudios.

La vida estudiantil en Wisconsin-Madison es muy animada. Existen numerosas organizaciones de estudiantes que participan en las celebraciones y fiestas que se organizan de forma tradicional en la universidad. Pero quizás lo más destacable es la activa vida griega, que cuenta con más de 35 hermandades y fraternidades, las cuales están integradas por el 9% del cuerpo estudiantil.

En el ámbito deportivo, los Wisconsin Badgers destacan en la I División de la NCAA, donde compiten algunos de sus equipos de equipos de fútbol, baloncesto, hockey sobre hielo, voleibol, fútbol, esquí, tenis, natación, lucha, atletismo, remo, golf y softball. Sus colores son el rojo y el blanco y su mascota es “Bucky Badger”, una especie de zorro que lleva los colores del equipo en las competiciones y anima a los jugadores.

Por otro lado, la excelencia académica también caracteriza a esta universidad, que cuenta entre su ex-alumnos, profesores, ex-profesores con 19 premios Nobel y 34 premios Pulitzer.