- María del Campo
- 29 Jun 2012 - 10:00
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Ahora que las clases han finalizado, las vacaciones de verano ofrecen un sinfín de actividades para poder divertirse. Pero si además quieres aprender idiomas y vivir esta experiencia en plena naturaleza, quizás te interese realizar campamentos de verano.
El atractivo de estos cursos reside en la posibilidad de compaginar el aprendizaje de un idioma con la convivencia con otros jóvenes en los campamentos de verano en España. Este ambiente además, ofrece a muchos jóvenes el escenario perfecto para pasar un buen rato gastando alguna broma a los demás compañeros. Ya sean los monitores (frecuentemente mayores que los alumnos, pero también jóvenes) o los propios alumnos los que las realicen, la finalidad de las mismas siempre debe ser pasar un buen rato entre todos y no faltar el respeto a nadie.
Existen muchas historias sobre “trastadas” o bromas compartidas por algunos jóvenes que en su día fueron alumnos de estos campamentos. Desde infoidiomas hemos recopilado algunas de las más divertidas y queremos compartirlas contigo:
- La cama-sobre es un clásico, utilizado ampliamente en campamentos de idiomas e incluso en Colegios Mayores. Se trata de «rehacer» la cama de la víctima, doblando la sábana superior con tan poco espacio, que a la hora de meterse en la cama, la víctima no podrá hacerlo, pues se atascará entre las sábanas.
- Por la noche, un grupo de chicos (incluidos monitores) cogen el colchón de alguno de los niños y lo llevan en vilo y sin que la víctima se despierte, lo dejan en medio del bosque o en la habitación de las chicas. Al despertar, las risas por el desconcierto de la “víctima” están aseguradas.
- Poner espuma de afeitar o pasta de dientes en la cara/almohada de algún incauto mientras duerme. Todo un clásico.
- Poner despertadores por toda la habitación, debajo de camas y dentro de armarios y que cada hora suene uno despertando a todo el mundo.
- “Cazar gamusinos”: La reina de las bromas en los campamentos. Los monitores les dicen al grupo que esa noche irán a “cazar gamusinos”, animales esquivos que sólo pueden cazarse de noche. Los más jóvenes son las “víctimas” de esta broma, ya que su curiosidad les hace pasarse toda la noche en vela buscando los dichosos gamusinos. Para aumentar el desconcierto y el miedo por tan esquivos animales, siempre aparece algún monitor con la pierna o el brazo «ensangrentados» por el ataque del bicharraco…
- “Haz lo mismo que yo”: Se sienta una persona delante de la víctima, a la cual se le pide que haga los mismos gestos que haga él, mirándole fijamente a los ojos. En un momento dado les dan a ambos un plato igual, con la diferencia de que el plato del destinatario de la broma deberá estar tiznado por debajo. El que hace la broma pasa el índice por debajo del plato para que la “víctima” haga lo mismo y se lo manche, y luego se va pasando el dedo por la cara para que la víctima vaya manchándose la suya. Puesto que debería estar fijándose en sus ojos, no debería de darse cuenta de que tiene el dedo manchado.
- “Que viene el tren”: Se trata de una broma más conocida entre los más mayores. Mientras la “víctima” duerme, otro coge una linterna, la coloca delante de la cara del sorprendido y le va diciendo “que viene el tren”, cada vez un poquito más fuerte y a la 3ª o 4ª enciende la linterna y grita: ¡Que viene el tren!, con el consiguiente sobresalto del destinatario de la broma.