- Alex Navarro
- 24 Ago 2012 - 10:00
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Cuando se habla de universidades prestigiosas probablemente las estadounidenses se llevan la palma. Si echamos un vistazo al ranking que cada año publica el suplemento educativo Times Higher Education, podremos comprobar que las universidades que ocupan los primeros puestos del ranking mundial de universidades (compuesto por 400 universidades de todo el mundo) son en su mayoría estadounidenses.
Una de esas prestigiosas universidades es Yale. Localizada en New Haven (Connecticut), fue fundada en 1701 por un grupo de miembros del clero colonial que estableció un colegio en New Haven para preservar la tradición europea de la educación liberal. Su nombre se debe a Elihu Yale, un comerciante galés, primer benefactor de la universidad y en cuyo honor se bautizó a la institución educativa.
Durante los primeros 100 años, la universidad creció rápidamente, incluyendo en los siglos XIX y XX sus facultades más importantes: Medicina, Teología o Leyes fueron las primeras en establecerse, seguidas de las facultades de Arte, Música, Enfermería, Arquitectura o Administración.
En la actualidad, Yale cuenta con tres subdivisiones: la Yale College, el Graduate School of Arts and Sciences y las llamadas Professional Schools entre las que se encuentran las facultades de Arquitectura, Arte, Ingeniería, Estudios Medioambientales, Medicina, Enfermería o Derecho entre otras y donde destaca especialmente su programa de MBA (Máster en Administración y Negocios).
Respecto a la admisión, esta institución privada es muy selectiva a la hora de permitir la entrada a nuevos alumnos. Esto no es de extrañar, ya que Yale es la tercera institución de enseñanza superior más antigua de Estados Unidos y es miembro de la Ivy League (Liga Ivy), una conferencia deportiva de la liga universitaria americana, que cuenta entre sus miembros con 8 universidades privadas del noreste de los Estados Unidos. Pero pertenecer a la Ivy League no sólo mide el éxito deportivo, también es un indicador que otorga a sus miembros unas connotaciones académicas de excelencia, así como de elitismo por su antigüedad y admisión selectiva. Todo ello, unido a sus altas tasas académicas, hacen que -según datos estadísticos- menos del 8% de los 30.000 solicitantes anuales consiguen entrar en esta universidad.
Como se puede comprobar, Yale es una universidad muy comprometida con las actividades deportivas. Además de competir en la NCAA (liga universitaria) y competir en la Ivy League, en ella se pueden practicar hasta un total de 35 variedades deportivas, tanto masculinas como femeninas y sus deportistas son los llamados “Yale Bulldogs”. Entre estas actividades destacan el fútbol americano y el baloncesto y muchos deportistas de Yale han llegado a ser medallistas en los Juegos Olímpicos.
Muy conocidas son las rivalidades entre Yale y Harvard, también miembro de la Ivy League. Esta rivalidad está propiciada, no sólo por la antigüedad y excelencia de ambas, sino por los méritos obtenidos en los encuentros deportivos que suelen disputar ambas universidades y donde destaca la regata de remo que celebran cada año.
Yale también es sede de algunas de las históricas y populares “sociedades secretas” entre las que destaca la famosa Skull & Bones. Se trata de una sociedad secreta universitaria creada hacia 1776 donde sus miembros realizaban reuniones, con el fin de crear un vínculo a largo plazo entre ellos una vez que hayan dejado la universidad, en lugar de que su relación sólo dure durante su permanencia. Los rumores y especulaciones sobre esta sociedad secreta han sido muchos y su historia se ha llevado a la gran pantalla con la película “The Skulls: Sociedad Secreta” y sus posteriores secuelas.
Como muestra de su excelencia académica, encontramos que seis graduados de la universidad han ganado el Premio Nobel desde 1994. Además, por Yale han pasado un buen número de personajes célebres, desde actores como Paul Newman o Meryl Streep hasta los que después de completar sus estudios, fueron presidentes de Estados Unidos: George W. Bush y Bill Clinton.
Curiosidades aparte, es innegable la influencia educativa, económica y social de Yale. Esta universidad además se ha convertido en un posible punto de interés turístico gracias a su magnífica situación. New Haven, sede de la universidad, se encuentra a menos de 2 horas en coche de la Gran Manzana, por lo que si te encuentras estudiando inglés en Nueva York, quizás te pueda interesar una visita a una de las universidades más importantes del mundo. Por otro lado, si buscas cursos de inglés en USA, puede que en la universidad de Yale encuentres el ambiente idóneo para estudiar este idioma y respirar el auténtico ambiente universitario americano.