- Thayleen Marrero
- 19 Oct 2022 - 17:59
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Cuando tenemos una duda al redactar, cuando no sabemos el uso correcto de una palabra, o cuando, simplemente, queremos estar seguros de lo que estamos escribiendo, recurrimos a nuestra increíble salvavidas, a esa que está siempre presente y que, aunque no tiene capa, es nuestra súper heroína: la Real Academia Española.
Y así vamos por la vida, depositando nuestras dudas lingüísticas en esta prestigiosa e histórica academia, que con mucho fundamento, responde de forma amistosa, graciosa y ocurrente a todas las consultas que los curiosos hablantes del castellano le hacen con frecuencia.
Para muestra un botón, ¿quién no se ha destornillado de la risa con sus irónicas respuestas en redes sociales?
Además, todas las nuevas palabras que aparecen año tras año también se las debemos a la RAE, la cual se encarga de seleccionar con mucha mesura qué palabrejas entran o no al diccionario conforme la lengua va cambiando.
Pero esto no solo pasa con el español, ya que la mayoría de los idiomas cuenta con una academia encargada de fijar reglas, velando por el buen uso de la lengua. ¿Queréis otros ejemplos? Veamos los siguientes.
- El italiano tiene a su prestigiosa Accademia della Crusca.
- El francés tiene la Académie française.
- El alemán cuenta con su Gesellschaft für deutsche Sprache.
- El portugués tiene dos instituciones: la Classe de letras de la Academia das Ciêncas de Lisboa y la Academia Brasileira de Letras.
- Reino Unido tiene a su merced el Foras na Gaeilge (para el irlandés), The Scots Language Centre (para el escocés) y el Welsh Language Commissioner (para el galés).
- El catalán cuenta con el Institut d’Estudis Catalans.
- El inglés cuenta con… Espera… ¿El inglés cuenta con alguna institución oficial?
Suenan grillos y revoloteos de aves cuando alguien pregunta por la academia oficial que rige el idioma universal. Pero, si no hay un organismo encargado de fijar las reglas de este idioma, entonces ¿cómo funciona? ¿Quién dice qué es correcto y qué no? De ello hablaremos a continuación.
¿Cómo se regula la lengua inglesa?
Te invito a que prepares una taza de té, y que nos sentemos al más puro estilo inglés para iniciar esta conversación, pues para muchos resulta inconcebible que el idioma más extendido del mundo no tenga una institución oficial.
Lo primero que debemos poner sobre la mesa es que el inglés no es de las lenguas más antiguas, de hecho, el inglés moderno remonta sus inicios en el siglo XVI. Pero desde aquella época hasta los tiempos actuales, no ha existido institución oficial alguna encargada de regular dicho idioma.
Entonces, ¿ha sido desde siempre el inglés una lengua sin ‘ley’?
No del todo. En el año 1755 queda para la historia la creación del primer diccionario inglés, titulado A Dictionary of the English Language ¿Su autor? Samuel Johnson, quien recopiló las definiciones, usos y costumbres de ese entonces, convirtiéndose en la principal guía lingüística para las personas de aquella época.
- inglés
- Intensivo
Si nos trasladamos a la actualidad nos encontramos con el mismo escenario, es decir, las personas que hablan inglés también encuentran su guía en diccionarios y obras descriptivas. Si estudias o hablas inglés, ya habrás utilizado el The Merriam-Webster Dictionary (para el inglés americano) o el Oxford English Dictionary (para el inglés británico). También habrás conocido las actualizaciones realizadas por este último, el cual se toma la libertad de agregar nuevas palabras al vocabulario inglés varias veces por año.
Podríamos concluir que la tarea de determinar qué es correcto y qué no, ha quedado en manos de publicaciones comerciales realizadas por universidades y editoriales, y no en manos de una institución oficial tal como la Real Academia Española o la Académie française. Esto sin dejar de lado a los propios hablantes, quienes también asumen su rol en la cotidianidad a través de la gramática, la ortografía y el uso general que se le da al idioma.
Las instituciones o academias oficiales son entes encargados de resguardar el correcto uso de una lengua, sin embargo, el no tener una le ha permitido al inglés tomarse ciertas libertades (como la del diccionario de Oxford, por ejemplo, al agregar nuevas palabras al idioma). Esto ha hecho del inglés un idioma flexible y generalizado, a tal punto de convertirse en ‘universal’. Sin embargo, también existen ciertos usos no tan apropiados que podrían corregirse si existiera una institución especializada para tal fin.
El inglés ¿La única lengua sin academia?
Pero… a todo esto, ¿es el inglés el único idioma que vive a rienda suelta sin academia oficial? No, señores, hay otros idiomas (aunque pocos) que como el inglés, tampoco han definido una institución encargada de estos asuntos lingüísticos. Algunos de ellos son los siguientes:
- El japonés: para este idioma no existe academia centralizada oficial, sin embargo, es regulado por la Agencia de Asuntos Culturales del Ministerio de Educación de Japón.
- El sueco: no existe ninguna institución oficial que regule la lengua sueca, a pesar de ello, la Academia Sueca (Svenska Akademien) y el Consejo de la lengua sueca (Svenska språknämnden) son entes importantes en el seguimiento y correcto uso de este idioma.
Como te comenté, son escasas las lenguas que comparten esta ‘condición’ con el inglés, pero conocerlos nos deja claro que el inglés no es el único en el mundo. Actualmente hay muchos que defenderían la instauración de un organismo oficial que tome las riendas de esta lengua, mientras que otros defienden la idea de que siga siendo un idioma libre de instituciones, tal como lo ha sido desde sus orígenes hasta el día de hoy.
Y tú ¿qué piensas al respecto? ¿Debería existir una Real Academia del Inglés? ¿O debería seguir siendo un idioma libre de instituciones oficiales? ¡Déjanos tu opinión en el tablón de comentarios! Estaremos encantados de conocer tu punto de vista.